Xbox enfrenta tiempos difíciles y las recientes decisiones de llevar sus exclusivos a otras plataformas han generado dudas entre los jugadores. Ahora, Seamus Blackley, creador del primer Xbox, ha opinado sobre la situación, destacando que Microsoft cometió un error clave en su estrategia de marketing para la actual generación de consolas.
En una entrevista con el VideoGamer Podcast, Blackley explicó que el problema principal del Xbox Series X|S fue centrar su publicidad en el poder de la consola, repitiendo la táctica que funcionó con la Xbox original.
"En aquel entonces, enfatizar la potencia fue crucial porque los gráficos eran un gran atractivo. Apostamos por consolas potentes con la confianza de que los juegos serían excepcionales", comentó. Sin embargo, considera que este enfoque no funciona igual hoy en día.
Blackley subrayó que, en la actualidad, el éxito depende más del contenido que de la capacidad técnica. "La gente quiere experiencias irresistibles que justifiquen la inversión en la consola y en juegos costosos. No se trata solo de tener la máquina más potente", señaló.
En un inicio, Xbox promocionaba la Series X|S como "la consola más potente de la historia". Pero, a pesar de la potencia prometida, los jugadores esperaban títulos exclusivos llamativos. El retraso de Halo Infinite dejó un vacío difícil de llenar, con Forza Horizon 5 como una de las pocas propuestas destacadas.
Curiosamente, Microsoft cambió su estrategia más adelante, enfocándose en lanzar juegos de forma constante. Sin embargo, esta evolución no se reflejó en sus campañas publicitarias, que siguieron centradas principalmente en el servicio Game Pass.
La reflexión de Blackley invita a pensar en lo que realmente busca el público: experiencias memorables y juegos atractivos que valgan la pena. ¿Será este un punto de inflexión para Xbox? El tiempo lo dirá.